Los mitos lo invaden todo. Al fin y al cabo, los mitos nos permiten dormir tranquilos, seguros de nosotros mismos, arropados con nuestros prejuicios. Cuando no existen, nos los inventamos. Y por supuesto también invaden el mundo del CBD, deslizando bulos sin ningún tipo de evidencia o directamente malintencionados. Bien, pero llegados a este punto quizás debiéramos preguntarnos, ¿y a quién benefician o perjudican esos mitos? ¿A quién beneficia difundir determinados mitos sobre el CBD? Analicemos alguno y a ver si aclaramos algo sobre los interesados.
Vamos con el primer mito. ¿Por qué piensan y afirman algunas personas que el CBD es lo mismo que la marihuana? Ante todo, debemos decir que son miles de personas las que cada mes compran este producto para fumarlo o tomarlo con objetivos diversos, por ejemplo para aliviar dolores o para reducir la ansiedad, para mejorar el sueño o incluso para disminuir la dependencia del cannabis. ¡Quietos, un momento! ¿Hemos dicho disminuir la dependencia del cannabis? Pues sí, y esta es la cuestión que nos interesa. Hay quien consume CBD para disminuir la dependencia de los porros. Por tanto, ya podemos suponer que no será lo mismo el cannabis en bruto y el CBD. En la marihuana que se consume para “colocarse” encontramos uno de los principios activos responsable de esos efectos, el THC (el tetrahidrocannabinol, que es el responsable de la alteración de la percepción y de la modificación del estado de ánimo). Sin embargo, el CBD nunca puede contener más del 0,2% de THC. Es decir, está libre de THC en al menos un 99,8%. ¡Qué me dices! Siendo así, las cuentas son claras: ni por su composición química ni por los efectos que provoca se puede considerar que el CBD sea lo mismo que la marihuana.
Llegados a este punto, abordemos la última cuestió. ¿A quién beneficia este bulo? Pues no hace falta discurrir mucho para sospechar que quienes se benefician de la venta ilegal de cannabis les interesa mostrarlo como equivalente del CBD, aunque esa equiparación sea falsa. Quizás para no perder cuota de mercado o quizás por simple ignorancia. Pero, en todo caso, debemos dejar clara la línea divisoria: cada cual será libre de “colocarse” o no, si así lo decide, cada cual ha de ser libre a la hora de decidir qué consume y por qué, pero los consumidores de CBD en realidad buscan reducir los niveles de ansiedad o buscan un producto con efectos analgésicos y antiinflamatorios, como también algunas personas consumen CBD como recurso para combatir la epilepsia refractaria o sencillamente porque desean relajarse y mejorar las horas de descanso durante el sueño.
Aspasia F. Peace.